La sordera de Beethoven ha sido, desde que se conoció, objeto de las más diversas interpretaciones. Hay quienes la ven como símbolo de la adversidad derrotada, para otros es ejemplo de cómo el genio emerge a pesar de las circunstancias y otros más lo ven como una broma irónica y acaso cruel del destino: que uno de los más grandes compositores de todos los tiempos, un músico, se vea afectado por un padecimiento auricular.
Desde otra perspectiva, sin embargo, científicos de los Países Bajos analizaron la evolución musical de los cuartetos de cuerdas para saber si su sordera había afectado de algún modo las composiciones beethovenianas. Recordemos que el llamado “genio de Bonn” manifestó los primeros indicios de pérdida de su capacidad auditiva desde los 30 años.
Dividiendo los cuartetos en cuatro etapas, de los más tempranos a los tardíos, los investigadores analizaron la primera participación del violín en el primer movimiento de todas las piezas, contando el número de notas por debajo de G6, la cual corresponde a 1,568 Hertz de frecuencia. Con estos parámetros el estudio dio como resultado que Beethoven dejó de utilizar notas altas conforme su sordera progresaba y, en compensación, se decantó por notas de frecuencias medias y bajas que podía escuchar mejor. Curiosamente, sin embargo, en los últimos cuartetos, escritos cuando su sordera era total, las notas altas regresaron.
“Cuando llegó a confiar plenamente en su oído interno, [Beethoven] ya no estaba obligado a producir música que podía realmente escuchar si se interpretaba, y poco a poco volvió a su mundo musical interior y sus primeras experiencias de composición”, afirman Edoardo Saccenti, Age Smilde y Wim Saris del Centro de Metabolómica de los Países Bajos, situado en la ciudad de Leiden.
Ante estas deducciones sería interesante saber cómo hubiera sido la música de Beethoven sin la sordera del compositor, si toda esa introspección o melancolía, ese ánimo dubitativo frente a la joie de vivre que notamos en sus últimas composiciones, estarían aun así presentes a pesar de que contara, hipotéticamente, con un estado de salud óptimo.

[UPI]